viernes, 23 de diciembre de 2011

Una mañana en el Rincón Infantil San Edmundo

Este 22 de diciembre se me ocurrió que sería interesante hacer un balance del año 2011, pero llegó la hora de salir corriendo a cubrir una pauta y no pude escribir. Hoy me doy cuenta que me faltaba vivir algo importante parar cerrar el año con “broche de oro”, como dicen, visitar el “Rincón Infantil San Edmundo”.

Fuimos a acompañar al equipo de la Oficina de Atención al Ciudadano de Fontur para cubrir periodísticamente una entrega de juguetes en las Minas de Baruta, estado Miranda, como ya dije, en la casa hogar “Rincón Infantil San Edmundo”.

La pauta era entregar los juguetes a la directora del centro, tomar las fotos, las declaraciones e irnos, debido a que estaba previsto que los juguetes recolectados fuesen distribuidos entre los niños el día 24 de diciembre, durante la festividad de Navidad. Hasta aquí todo suena normal.

El cuento de película navideña comenzó al entrevistar a una de las “madres cuidadoras”, como se llaman las mujeres que colaboran ad-honorem en el cuidado de los niños y jóvenes del albergue.

Karen Rueda es la madre cuidadora más antigua y habita en el centro junto a su hijo, explicó sobre la labor de la casa hogar de niños y jóvenes huérfanos y en situación de abandono: “Nosotros somos una casa de cuidados, de prevención donde albergamos 250 niños, de los cuales 50 viven aquí, y tienen edad de cero meses hasta los 17 años. Algunos niños son huérfanos y otros no tienen las condiciones en sus casas para poder vivir”, señaló Karen.

Los otros 200 niños y jóvenes pasan el día en el albergue para recibir atención en tareas dirigidas, participar en la coral y en actividades recreativas, o principalmente porque no pueden estar en sus casas debido a que son hogares disfuncionales donde prevalece la violencia, la droga y el alcohol, o están en situación de pobreza extrema.


Otra de las madres cuidadoras, Marelvis Guerra, quien tiene cinco años colaborando con el albergue, informó que están abiertos a recibir ayudas provenientes de diversos ámbitos: organizaciones públicas y privadas, particulares.

“Tenemos un consultorio odontológico que hemos logrado con tanto esfuerzo, pero hemos pedido ayudas para conseguir un Odontólogo y no lo hemos logrado. Tenemos muchos niños con problemas de caries”, explicó Guerra.

Cuando ya nos íbamos, la sub directora y las madres cuidadoras nos invitaron a pasar al salón donde estaban reunidos los niños más pequeños del centro. Fue una sensación impresionante ver a tantos niños juntos y saber las condiciones sociales que los llevaron a ese lugar.

El momento más sorprendente fue ver cómo nos brincaban encima para que los cargáramos, en busca de cariño y amor, nos buscaban conversación, nos abrazaban. Jjajjajajajjaajaja.

De regreso de la pauta, el conductor, el fotógrafo y yo estábamos atónitos, movidos inevitablemente por la experiencia. Nos preguntamos qué será de la vida de esos pequeños cuando crezcan.

Y concluimos que la diferencia entre las personas que han vivido X situaciones cuando niños y crecen tienen dos opciones de vida: una, decidir echar hacia adelante y superar las circunstancias de antaño; y dos, echarse a morir por el destino que le tocó vivir y repetir el ejemplo de sus padres.

Se me ocurre pensar que en este tipo de albergues sería importante fortalecer a los chamos en dos ámbitos, en primer lugar brindarles un estudio técnico para que cuenten con una herramienta conque defenderse económicamente cuando salgan, así como recibir asesoría psicológica y espiritual para resguardar, fortalecer su autoestima.

Quienes deseen colaborar con el “Rincón Infantil San Edmundo” pueden ingresar a: http://www.latriquetra.com/guarderia/rincon1.html

¡Les deseo Feliz Navidad y un amoroso 2012!

Las fotos son de Carlos González

Feedback:

Eliana, te felicito sinceramente por tu artículo del Rincón San Edmundo.

Luis Ramón Baptista

Amiga excelente!! FELICIDADES...
YaYi Red

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