El silencio muchas veces es simplemente un espacio necesario para la reflexión, para la introspección para estar con uno mismo, sin tener la interrupción incómoda del otro... es decir del entorno, del de afuera, del que está al lado o al frente o atrás o donde sea...
Muchas veces nos llenamos de ruido, de palabras, de cuentos, de chismes, de lectura, de televisión, de música o de lo que sea, con tal de no escuchar nuestro propio silencio, en otras palabras, para no estar con nosotros mismos....
El no decir, el no hablar, no quiere decir o no significan ningún tipo estado de ánimo.... no quiere decir que uno esté bien o esté mal... es simplemente un camino...
El silencio muchas veces es un estado para conseguir la paz.... la paz del no ruido, la paz del no conflicto, la paz de la no contaminación...
Es muy complejo, para no decir difícil, conseguir el silencio estando acompañado de gente ruidosa.... de gente que genera energías de envidia, energías de rabia, energías de conflicto.... energías de intriga.
Comparo ese silencio o ese camino de búsqueda de paz, con un estado de ensimismamiento que tal vez a los ojos externos es incomprensible... pero así es, es incomprensible, porque no se trata de complacer ni de hacerse comprender hacia afuera... porque sencillamente es un proceso interno, íntimo, solitario, de uno con uno mismo...
Si cada persona se tomara la molestia de hurgarse, de auto conocerse, de revisarse profundamente, internamente, tal vez, el mundo sería un solo silencio al unísono.... y si eso llegara a suceder, si el mundo entero se callara, tal vez se acabarían las guerras, las invasiones, el hambre, la pobreza, la contaminación destructora, las competencias malsanas, el consumismo exagerado... porque cada quien estaría en lo suyo y no viendo al otro, al de afuera. ¡¡¡Qué sé yo!!!
Y, tal vez, alguien gritaría: "Ey... hay alguien ahí"... Y toda la humanidad entraría en razón de que su silencio es imposible, porque vive en sociedad, porque el entorno, bendito entorno, siempre está ahí para recordarnos que no estamos solos, sino que tenemos gente alrededor, que nos mira, que percibe como estamos vestidos, con qué cara llegamos, conque ánimo amanecimos... y se rompería el silencio...
Como en este momento se ha roto, con esto que te he escrito, aunque la paz, el camino hacia la paz, más bien, no hay nada ni nadie, ni entorno, ni gente, ni nada, que pueda acabar con ella...
No hay comentarios:
Publicar un comentario