miércoles, 7 de noviembre de 2007

Moravia Naranjo. Una bailarina maracucha en Europa

Hablar de Moravia Naranjo es hablar de movimiento y de éxito. La Mora, como le decíamos los Pisorrojenses, es más que una amiga es una hermana mayor, y como lo comenté anteriormente en el trabajo “Grishka Holguín... El maestro (1922-2001)”, de ella aprendí muchísimo, no sólo de danza sino de vida.

Moravia Naranjo es una especie de guerrera amazona venezolana, atrevida, decidida, hiper disciplinada, creativa, talentosa, con un liderazgo y una imagen impresionantes. Esta negra maracucha dejó atrás su cabeza rapada e hizo crecer sus drelos, para hacerle honor a su origen afro.

De Maracaibo se vino a Caracas a estudiar periodismo, y se apasionó por la danza contemporánea y el ballet, los cuales estudió en varias escuelas. Además se desarrolló en la coordinación y producción del grupo de danza “Pisorrojo” de la UCV, donde también formó a un montón de gente y creó su propio estilo de hacer coreografía en Venezuela.

Hubo una época en la que compartíamos todo. Nos mudamos como tres veces juntas, coincidíamos en materias en la Escuela de Comunicación Social, tomábamos clases en la Escuela de Danza de Caracas del Negro Ledezma, al mismo tiempo estudiábamos en “Pisorrojo” con el maestro Grishka Holguin, además yo recibía las clases-montaje que Mora impartía y también bailé en sus primeras coreografías: “Perros de la Guerra”, “Antares”, “Al Borde”, entre otras, con las que participamos en varias ediciones del Festival de Jóvenes Coreógrafos en Caracas y en cualquier cantidad de escenarios de Venezuela.

Andábamos pa´rriba y pa´bajo, junto con Ailed Izurieta, otra gran hermana y bailarina venezolana que actualmente vive en Holanda, y el también bailarín desaparecido Pedrito Marroquín.

Una noche, nos tomábamos unas cervezas en Parque Central y me dio por decirle que la visualizaba viajando por todo el mundo. Y no me equivoqué. Actualmente vive y trabaja en Viena, Austria, con su esposo Crisha, donde monta y baila con varias compañías de danza y se presenta en diversos festivales en toda Europa.

En agosto de este año vino a Venezuela a recoger su título de Licenciada en Comunicación Social, luego de haber terminado la carrera hace seis años. Yo me atrevo a afirmar que la Mora nunca se imaginó en el Aula Magna de la UCV vestida de toga y birrete, un escenario bien conocido por ella, pero descalza y con ropa de clase, en donde bailó un montón de veces. Luego del acto de graduación, nos conseguimos en Los Chaguaramos, donde nos tomamos unas cervezas con su madre, su hermana y otras amigas. Fue muy placentero volver a ver a la Mora después de tantos años y recordar los tiempos que compartimos, que fueron demasiado tripa y llenos de mucha energía.

Recientemente me escribió un correo donde me contaba que estaba varada en el aeropuerto de Viena rumbo a Paris. Fue cuando se me ocurrió preguntarle sobre lo último que estaba haciendo y me contestó:

“Voy a Paris a trabajar una semana con Benoît Lachambre, vamos a comenzar a montar mi nuevo solo. Como estoy de salidita, te cuento casi como en nota de prensa, jajaja. En este año 2007-2008, se entrelazan tres producciones:

Body scan, trabajo de grupo dirigido por los coreógrafos Benoît Lachambre
(Canada) y Lee Su-Feh (Canada), a estrenarse en “Le Quarz” Brest/Francia en
marzo de 2008.

Secret sight, pieza de grupo dirigida por Saskia Hölbling (Austria), a estrenarse en “Tanz Quartier Wien” Viena/Austria, en abril de 2008.

Skin, voice and memories of someone else, mi próximo solo, al cual invité a
Benoît Lachambre (Canada) como director-dramaturgo y la artista plástico
Nadia Lauro (Francia) como diseñadora del espacio escénico. Está inspirada en la relación paradójica entre el exilio y el éxito. A la escena, pretendemos llevar la experiencia de una mujer que ha sido exiliada de su propio cuerpo. Pre-estreno: Factory Season TQW, Viena/Austria en mayo de 2008. Estreno: agosto de 2008.

Besos para ti y para la Nova.

Mora”


Moravia, te deseo todo lo mejor y que sigan los éxitos.

1 comentario:

Anaiz Quevedo dijo...

Me encantan los éxitos de tantos venezolanos y venezolanas en el exterior y que otras culturas disfruten de la nuestra a través de nuestros talentos. Lo único que lamento es que nos los estemos perdiendo nosotros mismos.
Pero bueno viva la Mora, congratulaciones y dichosas las gentes de Austria y Francia. Y que Viva Venezuela