Hoy (16 de noviembre de
2018) ha sido un día especial… lleno sorpresas y encuentros. Ole.
En la mañana, mis compañeros de trabajo de la Oficina de
Gestión Comunicacional de FONTUR utilizaron mi imagen para graficar la efemérides
del “16 de octubre: Día Internacional del Flamenco. Patrimonio Cultural
Inmaterial de la Humanidad” a través de la cuenta Twitter @Fontur_Oficial.
Estoy enormemente agradecida
y a la vez sorprendida con tan bonito gesto. Muchas gracias, jajajjajjaja, Ole
vosotros.
Al publicarlo en Facebook,
mi prima Patricia me dijo que nos está mandando, a mí y a Nova, unos regalitos
para hacer Flamenco… Gracias primis. Muack.
Luego me fui corriendo del
trabajo para ir al Teatro Municipal y ver
una obra.
La noche anterior mi tía Rosa me dijo por
teléfono que me había tenido en mente todo el día para avisarme sobre la obra,
que la estaban dando a propósito de la Feria Internacional del Libro (Filven).
Cuando llegué al metro
Capitolio, coincidí con un pana a quien tenía más de un año que no veía… A
aprovecho de felicitarlo y agradecer por la invitación que me hiciera para el
estreno de su cortometraje “Llega el momento que ya es un rato”, el pasado
abril en la Cinemateca Nacional.
Se trata del cineasta,
escritor y filósofo urbano Argimiro Serna, a quien le hice un trabajo de
asesoría hace tiempo, lo cual me llevó a conocer su obra cinematográfica y literaria, y sé que
tiene mucho que ayudar a reflexionar en este proceso de transformación que vive
nuestro país.
Argimiro es hermano de mi
queridísima amiga, hermana gitana y de la danza, Andrea Serna, mejor conocida
en el mundo flamenco como “La Manuela”, quien me ha nutrido recientemente con
unas piezas musicales que me han dejao nostálgica, recordando a mis maestros amados Los
Españoletos, especialmente a mi maestra Julia.
Además La Manue, como le
digo cariñosamente, está ahorita promoviendo su Taller Iniciación al Baile
Flamenco en la Casa de Canto Lunar, dirigido
a parejas y al público en general. Quien además es una fabulosa
bailarina de Danza Árabe… Ole.
Al llegar al Teatro
Municipal de Caracas, mientras hacía la cola para comprar la entrada, conocí a
dos señoras encantadoras, Liliana y Niria, con quienes me puse a conversar de
tantos temas disímiles y terminamos sentando juntas y hasta tomándonos fotos.
Liliana es profesora universitaria y Niria es una poetisa del estado Bolívar.
Ambas adorables.
Por fin sentada en el patio
del magestuoso Teatro Municipal, no lo podía creer, hacía mucho tiempo que no
asistía a un espectáculo, la rutina del trabajo a la casa de la casa al
trabajo, se había roto.
Amor
en Libertad
Se trata del sublime
espectáculo “Amor en Libertad” producido por el bailaor español David Morales,
inspirando y enamorado del libro “Las más hermosas cartas de Amor entre Manuela
y Simón”, editado por El Perro y La Rana (el que yo tengo).
En este musical flamenco
increíble se conjuga la música, la danza
y el cine. La música orquestal con la
Orquesta Sinfónica de Caracas y popular
flamenca con los músicos de Morales, la danza flamenca, la contemporánea
y la danza típica venezolana con interpretaciones de joropo y tambor con la
Compañía Nacional de Danza, el cine con una proyección de fondo espectacular, aderezado
de el canto, la poesía, y un vestuario delicadamente cuidado.
Este montaje pone en
evidencia la hermandad entre las culturas andaluza y venezolana.
Toda la obra es tan mágica
como cualquiera de las cartas entre Manuelita y El Libertador.
Pero la escena que más me movió,
por decirlo de alguna manera, fue el baile sensual entre Simón y Manuela, él
por flamenco y ella por contemporánea. ¡Increíble!. Cuanta fuerza y pasión.
¡Bravo! por la bailarina que
interpreta a la Manuelita. Felicitaciones!!!! Una reivindicación de la figura
de la mujer en nuestra historia patria.
Es irónico y hasta increíble
que sea un artista español quien haga esta magistral interpretación de Simón Bolívar. Maravilloso bailaor David Morales. Ole tú!
Esto nos reivindica, nos
reafirma que nuestro Libertador estaba en el camino cierto de la Libertad, de
la Independencia y la unión como una
sola nación de nuestra América Latina y El Caribe.
Gracias David Morales por
regalarnos a un Simón Bolívar tan apasionado y recordarnos de la madera que
estamos hechos los venezolanos.
¡Ole con Ole!.
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