Siempre vi el Día
de la Madre como un día comercial, ese día “cuando los comerciantes, vendedores
de cosas superfluas llenan los periódicos y la televisión de publicidad con
cosas innecesarias para sacarnos el dinero”, jajjajjajjajaj, así pensaba yo
antes.
Desde hace trece
años mi visión del Día de la Madre cambió, aunque siga creyendo es un día
comercial, hoy lo valoro enormemente porque
en estos últimos años he disfrutado y recibido los más tiernos agasajos,
regalos, tarjetas y detalles hermosos del ser más sensible y tierno que Dios ha creado: mi hija Nova.
Ella, desde su
nacimiento hasta hoy cuando es toda una adolescente, me ha hecho vivir momentos
de ternura, de verdadero amor y compasión Divinos, con D mayúscula de Dios, que
yo nunca antes hubiese podido imaginar vivían todas las madres del mundo
durante las 24 horas que dura ese maravilloso día, y bueno, el mundo globalizado ahora lo ha
extendido a todo el mes de Mayo, para vender más, por su puesto, jajjajjajaja.
Hoy disfruto
enormemente el Día de la Madre junto a mi hija, abriéndome al amor y la prosperidad
que simbolizan todos los regalos que recibo del Cielo.
Para celebrarlo ella y yo creamos un vídeo con fotos de momentos
juntas durante todos estos años, se los comparto.
Qué lo
disfruten!!! Jajjajjajajjajja.
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